En la Europa League se solventaron correctamente las eliminatorias previas, pero en la fase de grupos el Athletic sufrió en exceso para clasificarse en un grupo especialmente asequible. Al final logró pasar como primero de grupo y en dieciseisavos se enfrentó al campeón de la liga rusa, el Spartak Moscú, a quien consiguió vencer en el partido de ida por 1-3, mientras que en el partido de vuelta cayó por 1-2 en San Mamés, pero se clasificó para la siguiente ronda por el marcador global de la eliminatoria.