En el club rossonero ha encontrado el contexto idóneo para explotar sus cualidades, entre las que destaca la potencia para romper líneas y ganar línea de fondo. Soldado de Klopp, se encuentra en el mejor momento de una carrera un tanto extraña, con aquel fichaje por el Castilla en tiempos de Mourinho en el club blanco y su posterior reinvención en el Mónaco.