La razón es que cada grupo arqueológico está separado por senderos de algo más de 2 kilómetros. El primer grupo que visité fue Macanxoc donde se erigen varias estelas que servían, a modo de diario pétreo, para registrar eventos importantes y que narran los logros y actividades de los gobernantes. Cuenta Paulina Arce en la revista Ser Indígena que la Koka Kintu es el regalo que hizo el Dios Inti al pueblo andino.