En 1971 la Junta Directiva otorgó al general Franco la medalla de oro conmemorativa de la inauguración del Palau Blaugrana. En total fueron tres, siendo condecorado en primera ocasión en el año 1951 y las dos posteriores teniendo lugar en 1971 y 1974. Varias décadas más tarde, los culés le retiraron definitivamente las insignias, justificando por boca del propio Bartomeu que no se pudo hacer antes porque faltaba la «documentación necesaria que ha aparecido después». Ahí está toda la documentación que hace apenas tres días el Barça mandó con destino a la Federación Internacional. La Junta Directiva del Barça requiere la intervención de la Real Federación Española de Fútbol, que preside Sancho Dávila, para que denuncie el traspaso ilegal del jugador argentino por parte de Millonarios, dado que el club colombiano no dispone de la preceptiva autorización de River Plate. En 1974, la entidad azulgrana le concedió la medalla de oro conmemorativa de las bodas de platino del club, «obligada por una norma no escrita que implicaba que las distinciones de la nueva creación» siempre se tenían que otorgar por primera vez a Francisco Franco. Finalmente, en 1974 le otorgó la medalla de oro conmemorativa de las bodas de platino del Club, obligada por la norma no escrita que implicaba que las distinciones de nueva creación siempre se habían de otorgar por primera vez a Francisco Franco.
Desde jugadores que pasaron por ambos equipos hasta declaraciones de alto voltaje entre ambas aficiones, todo lo referenta a cruces entre los merengues y los culé siempre es noticia. También el poder que le daba el régimen quedó muy bien expuesto cuando los merengues ganaron la Copa de Campeones de Europa cinco veces seguidas; nada parecía frenar al club del dictador. En aquellos años, el Barça se llevaría mejor con la Copa, ya que la obtuvo en 1963, 1968 y 1971. El Madrid ganó las de 1962 y 1970, conquistando también la de ese 74 en el que el Barça volvió a reinar en la Liga. En el cuarto punto del orden del día, la Asamblea debía ratificar el acuerdo de la Junta Directiva del pasado 11 de febrero que dejó sin efecto las distinciones otorgadas al general Francisco Franco los años 1951, 1971 y 1974, y todos los efectos honoríficos vinculados a su entrega.
Son tres condecoraciones las otorgadas a Franco: el año 1951 se le concedió la insignia de oro de la entidad, en 1971 se le otorgó la medalla de conmemorativa de la inauguración del Palau Blaugrana y en 1974 se otorgó por imposición a Francisco Franco por el 75 aniversario del club, ya que el régimen exigía que cada medalla de nueva creación se diera antes que a nadie al dictador. Franco recibió tres condecoraciones del FC Barcelona en agradecimiento a su apoyo al club. A mediodía, un indignado telegrama del Barça concede 24 horas a la Federación Española para que el documento sea devuelto al club. Para empezar, no hay que pasar por alto la biografía de Rafael Sánchez-Guerra, presidente de los blancos apenas entre 1935 y 1936. El último al que la entidad reconoce, de forma oficial, supervigo.com en los años previos a la llegada al poder de Franco. Se habla con frecuencia de los favores que Franco le hizo al Real Madrid y la presión a la que sometía al FC Barcelona.
Con el General Moscardó al teléfono, Muñoz Calero le había dicho a Enric Martí Carreto que iban a investigar a fondo las empresas textiles que poseía. La prensa era feroz y Marca al terminar la Liga decía: «El Barcelona es una asociación de chulos y maleantes venidos de las quimbambas a comer nuestro pan de la hospitalidad española». La Federación española ha partido en dos al futbolista Alfredo Di Stéfano. La FIFA, entonces conectada con el régimen, también toma partido. Quien nunca ha ido al jardín de Florentino Pérez para ver un partido del Real Madrid es Pedro Sánchez, quien jugó en las categorías inferiores del Madrid de fútbol y, posteriormente, se pasó al baloncesto en las filas del Estudiantes. Por el contrario, tal y como recuerda Viñas, el Real Madrid se ha encargado de ignorar a Ortega, quien no figura en la web oficial del club ni en ningún documento público del museo -tal y como atestigua Porta-, en un claro ejercicio de memoria selectiva. El Madrid no sólo se alineó de esta manera con “la democracia y la libertad” (así dice su historia oficial que fue recibido el Barça en México, “como un auténtico embajador” de estos ideales, meses después de la muerte de Suñol).
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